Con un festejo íntimo e inmenso que en un solo cabía en cuerpo y alma, vestido con la camiseta 22, en una silueta delgada, estrujada por la emoción el "Moyo" José Contreras debutó oficialmente en Arsenal. Sueño cumplido.
“Este el momento cumbre de mi carrera, lo máximo que me ha pasado. No tengo palabras para manifestar tanta alegría”, confesó Contreras, con emoción, a Prensa Libre una vez terminado el partido.
Con la obligación de revertir un complejo 1-3 de la ida, el técnico del conjunto de Sarandí, Daniel Garnero, decidió incluir en esa banca a Contreras para aumentar las variantes ofensivas. “No esperaba ser convocado. Todo se dio muy bien.
Cuando aparecí en la lista, no lo podía creer”, dijo el volante.El marcador terminó con empate a 2 a 2 y Boca Juniors conquistó la Recopa Sudamericana, alcanzando así, la línea del Milan de Italia —con 18 trofeos internacionales— y revalidó pergaminos en este torneo que ya había ganado en tres ocasiones: 1990, 2005 y 2006.
La hora de jugar
Contreras entró en el inicio del segundo tiempo por Luciano Leguizamón, quién se lesionó, y con su equipo perdiendo 1 a 0. “El técnico no me pidió nada especial, simplemente que me moviera por el frente de ataque”. Y así lo hizo. Se ubicó en el centro del campo, desplazándose alternativamente hacia las bandas para crear circuitos de triangulación y organizar los ataques del equipo.
Estuvo activo, con buena dinámica, ayudo a remontar el rendimiento del equipo, e intervino en las jugadas que desembocaron en los goles de Arsenal. “Me sentí muy cómodo. Ahora debo trabajar más duro que nunca”, aseguró. Pese a quedarse con dos hombres menos en la cancha —por expulsiones de los defensores Baéz y Cristian Díaz—, el elenco de Sarandí se adelantó 2 a 1, con tantos de Carrera y Matos, y fue en búsqueda de la hazaña para acceder a los penaltis.
Contreras debió retroceder unos metros para reforzar la retaguardia. Se paró como doble cinco, y aumentó su despliegue para seguir escalando en posiciones ofensivas. Con tiempo adicionado, Riquelme sentenció el resultado por medio de un tiro libre.
“Las expulsiones nos condicionaron, pero creo que hicimos un gran partido”, expresó. Desde el 2000, cuando Dwhigt Pezzarossi vistió los colores del club Argentinos Juniors, ningún jugador guatemalteco había desfilado por un equipo argentino.
Con información de Prensa Libre
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